Patología ungueal: no todo es causado por hongos
La salud de las uñas es un reflejo directo del bienestar general de nuestro cuerpo. Aunque muchas personas asocian los problemas en las uñas con infecciones por hongos (onicomicosis), existen múltiples causas que pueden generar alteraciones ungueales. Reconocerlas adecuadamente es fundamental para garantizar un diagnóstico y tratamiento precisos.
¿Qué es la patología ungueal?
La patología ungueal se refiere a cualquier alteración o enfermedad que afecta las uñas de las manos o los pies. Estas afecciones pueden ser de origen infeccioso, traumático, genético o sistémico.
Si bien los hongos son una causa común, no representan la única ni la más frecuente en todos los casos.
Principales causas de alteraciones ungueales
- Traumatismos físicos o repetitivos: golpes directos, uso inadecuado del calzado o actividades que generan presión continua en las uñas pueden causar cambios como engrosamiento (onicogrifosis), desprendimiento (onicólisis) o manchas oscuras (hematomas subungueales).
- Enfermedades dermatológicas: psoriasis, liquen plano, eccema.
- Alteraciones sistémicas: anemia, enfermedades hepáticas, problemas renales.
- Infecciones bacterianas: paroniquia, pseudomonas.
- Tumores y quistes.
- Alteraciones nutricionales.
¿Cómo diferenciar una infección por hongos de otras patologías?
El diagnóstico correcto requiere una evaluación médica exhaustiva que incluya:
- Historia clínica detallada: identificar antecedentes traumáticos, enfermedades sistémicas o medicamentos en uso.
- Examen físico: observar características específicas como color, forma, grosor y textura de la uña.
- Pruebas de laboratorio: cultivo microbiológico, examen directo con hidróxido de potasio (KOH) y biopsias pueden ser necesarias para confirmar la causa subyacente.
Tratamientos según la causa
- Traumatismos: mejorar el cuidado del calzado, evitar golpes y usar protectores específicos.
- Psoriasis o eccema: uso de tratamientos tópicos o sistémicos, como corticoides o fototerapia.
- Infecciones bacterianas: aplicación de antibióticos tópicos o sistémicos según el caso.
- Deficiencias nutricionales: ajuste en la dieta y suplementos específicos bajo supervisión médica.
- Onicomicosis: uso de antifúngicos tópicos u orales, pero solo cuando se confirme la presencia de hongos.
Prevención y cuidado de las uñas
- Mantener una adecuada higiene de manos y pies.
- Evitar compartir utensilios para el cuidado de las uñas.
- Usar calzado cómodo y bien ajustado.
- Limar las uñas en una sola dirección para prevenir fracturas.
- Consultar a un especialista ante cualquier cambio persistente o sospechoso.
Conclusión
No todas las alteraciones en las uñas son causadas por hongos. Las patologías ungueales son diversas y reflejan múltiples condiciones que van desde traumatismos simples hasta enfermedades sistémicas complejas. La evaluación médica especializada es clave para identificar la causa subyacente y garantizar un tratamiento eficaz y personalizado.
Ante cualquier duda, no dudes en consultar con un dermatólogo o especialista en patología ungueal. ¡Tus uñas también merecen cuidado y atención!